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Por que elegir Ecuador

Un pequeño territorio y una posición geográfica privilegiada ofrece una de las mayores riquezas naturales del planeta concentradas en cuatro regiones:

Sus inigualables Islas Encantadas poseedoras de un legado evolutivo, sus cálidas costas continentales donde el mar del pacífico se rinde ante su belle­za y duerme la tierra en el silencio verde más encendido del corazón del mundo, densos bosques nublados de las estribaciones montañosas que serpentean y trepan la meseta andina lugar de comunidades ancestrales descendientes de bravos guerreros solares dueños de los imponentes Andes, la Sierra ecuatoriana, belleza y poesía, tristeza y esperanza, valles tapi­zados de colores, productos que se mueven al compás de sus espigas y música que brota como un lamento de siglos llenos de folklore, donde también se mezclan ciudades perdidas en el tiempo llenas de arquitectura que a más de monumentos, iglesias y estrechas calles nos cuentan una historia de leyendas, religión, sincretismos y gran legado cultural y social. Las cumbres andinas donde la nieve se recuesta caprichosamente sobre los riscos de las montañas, catedrales de roca, de historia de tiempo y de nieve que vigilan desde siglos ésta querida tierra.  Emisores de protección espiritual y proveedores de agua fresca y pura que rompen las alturas para abrir camino con estruendosas cascadas hacia la vasta amazonia tropical; el imperio de la selva milenaria que no es solo belleza, esperanza, paz, sino agonía y esa floresta virgen que llega con su vegetación de trópico a ser el hogar de millones de especies que habitan a lo largo de los ríos ecuatorianos hasta llegar al Amazonas. Toda esta fascinante y exuberante diversidad que ofrece al turista, al explorador, al visitante y al local una explosión de emociones y sensaciones nuevas e inverosímiles

 

Déjanos mostrarte página por página el mundo de nuestro mágico Ecuador, seamos testigos de este país de contrastes geográficos, de gente amable, de sus climas y exóticos productos y de los más bellos paisajes que un pincel jamás alcanzará